Y este otro trabajito fue selección oficial
en el décimo catálogo de Ilustradores de Publicaciones Infantiles y Juveniles del Conaculta.
Para la realización de esta imagen utilicé todo lo aprendido
de los dos ex miembros del Taller del Perro,
igualmente expulsados por Peláez:
Pepe Quintero (autor de La Buba)
y sobre todo mi papacito gráfico, maestro y amigo Edgar Clément.
De este original estoy bien orgulloso
también por que es un milagro que saliera,
me temblaban las manos del frío que hacía en aquel estudio de Actopan en la Colonia Roma.
Cuando veo ese original o su publicación,
recuerdo las ganas que tenía de luchar y sobrevivir y me emociono mucho.